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Vendió pasteles, rosquitas y diarios, cortaba el pasto y se recibió de médico en Concepción

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Se trata de la historia de Sixto Leiva que ya trabaja en un hospital entrerriano, tras recibirse a los 26 años en la carrera de Medicina. “Estoy muy contento de ser alguien que siendo pobre ha llegado a obtener un título”, afirmó.

Esta es la historia de Sixto Leiva, un joven oriundo del barrio San Lorenzo en la ciudad de Federación, que con mucho esfuerzo propio y el de su familia, en marzo pasado pudo recibirse de médico en Concepción del Uruguay.

El Doctor reivindica sus orígenes y está feliz de haber concretado el objetivo de graduarse en la profesión que lo apasiona, y en la cual pretende enfocarse en una visión integral y holística para ejercerla.

Por otro lado, reafirma que las personas en condición de pobreza e hijos de trabajadores como es su caso, pueden acceder al ascenso social mediante el estudio, y además, plantea que los pobres sí llegan a la universidad pública, siendo él, el primero en su familia en poder acceder a estudios superiores. “No creo en la meritocracia, si bien pude lograr graduarme, estuvo mi familia y el Estado presente mediante becas para ayudarme”, resalta el joven.

Proviene de una familia de obreros que siempre lo ha acompañado. Por eso el médico comenta: “Mi mamá hacía rosquitas, pasteles y yo salía a vender. Y la gente me conoce porque iba y le dejaba el diario. También corte el pasto y en Concepción del Uruguay hacía changuitas para poder tener algo”, dijo el joven.

“Toda mi carrera la hice con mi computadora que me la dieron en el 2013 cuando estaba terminando la secundaria. Era una del programa Conectar Igualdad. Por eso, digo que es muy importante el rol del Estado y el de la Universidad Pública”, resalta Sixto.

Sixto ya está trabajando, la semana pasada cumplió su primera guardia en el Hospital San José, donde lunes, martes y miércoles tiene consultorio desde las 9.

“Saludo y agradezco al personal del Hospital San José que me acompañó y me alentó en este último tramo de la carrera y me ayudaron a tramitar rápidamente los papeles para comenzar a trabajar”, contó el joven a ElFederaense y agradeció a la directora del nosocomio y sus ayudantes. “Estoy muy contento de ser alguien que siendo pobre ha llegado a obtener un título”, reafirma Leiva.

Sixto piensa en volcar su trabajo en Federación, ya que es allí donde están sus raíces. Y a futuro le gustaría especializarse en Cardiología.

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