Por Luis Salvarezza
En Rosario, frente a la Escuela N° 66 “General Las Heras”, Buenos Aires al 4800 y el pasaje Azara, que lo tuvo a Lionel Messi como alumno y donde también hay un mural en su homenaje, se inauguró otro, recientemente.
Fuimos al Barrio La Bajada, el barrio natal de Messi, a verlo. Ese barrio que Miguel Pisano califica de mágico, es un rectángulo que se extiende entre las calles Buenos Aires al oeste, boulevard Seguí al norte, avenida Grandoli al este y Estado de Israel al Sur; donde se levantan otros murales de Messi.
Allí, integrantes del grupo de muralistas rosarinos “Imagina”, entre otros, Lisandro Urequeaga y Marlén Zuriaga y el marplatense Maxi Ledesma del Grupo”Sismo” recuperan la historia del crack del Barcelona y del seleccionado argentino.
Explican que “El mural muestra a un Leo descamisado, que no tiene ninguna casaca que lo identifique porque es de todos, de la gente, con dos botines colgados al cuello: uno clásico, roto y embarrado, como el que usa cualquier jugador y el de oro (que el “10” ganó en seis oportunidades”.