El término “nativo digital” fue creado por el autor estadounidense Marc Prensky en 2011 en un ensayo titulado “La muerte del mando y del control”; en él los describe como aquellas personas que habían crecido con la red y el progreso tecnológico y lo que estos implican, a diferencia de los llamados “inmigrantes digitales”, familiarizados con la era analógica. A esa nueva generación, posterior a los Millenials se les conoce como “Generación Z” y es la nacida entre los años 1995 y 2015.
Estas nuevas generaciones representan un mundo distinto, rodeado de un montón de información, donde creen que dentro de una computadora está su alma. Muchas veces, se cree que estas generaciones vienen con ideas que acaban con el derecho de la propiedad intelectual. O también se sorprenden cuando un nene de 5 años, maneja un celular o lo táctil mejor que cualquiera de nosotros, esto sucede así debido a que estos nativos digitales, no necesitan leer un “manual de instrucciones” para poder acceder a la información, todos esos conocimientos ya vienen dentro de ellos.
Esas pantallas que cada vez tienen más influencia sobre ellos y los convierte en una generación menos inteligente que la generación pasada, desde el punto de vista del neurocientífico francés Michel Desmurget, en su libro, “la fábrica de cretinos digitales” donde hace referencia al uso desmedido de la tecnología por parte de los chicos. Pero no se sabe a ciencia cierta, si este es el único papel preponderante para que los chicos tengan un coeficiente intelectual más bajo que generaciones anteriores, pero sí representa un punto fuerte en esta cuestión.
Hay estudios que demuestran que cuando aumenta el uso de la televisión o de los videojuegos, el coeficiente intelectual y el desarrollo cognitivo disminuyen. Ahí se ven afectados los principales fundamentos de nuestra inteligencia, como son, el lenguaje, la concentración y la memoria.
Y lo que provoca esto, mayormente es un déficit pronunciado en la atención, la disminución del tiempo dedicado a otras actividades, la falta de sueño, una ansiedad crónica por destacar en un mundo lleno de tics, “me gustas”, “seguidores” o followers.
Actualmente, en el contexto de pandemia, los niños y adolescentes se ven en un momento de encierro, donde para muchos, los videojuegos resultaron una posible salida hacia la interacción social.
La OMS y la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) ya han mandado guías de consejos para el tiempo que deben pasar los niños frente a la computadora. La SAP recomienda que hasta el año y medio o 2 años los chicos no estén expuestos a ninguna pantalla.
En cuanto al papel que deben jugar los padres, es necesario que estén atentos sobre el uso que hacen los niños y adolescentes sobre las pantallas, sin invadir su privacidad, que los chicos también la necesitan.
Es decir, el problema no es que los niños y adolescentes se conectan a dispositivos electrónicos, sino en el uso que mayoritariamente hacen de ellos, ya que una computadora puede ser una gran herramienta para el aprendizaje, pero a veces vemos que no es utilizada de la mejor manera, por eso es necesario una constante revisión al respecto.