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La mascarilla definitiva: se autodesinfecta, mide calidad del aire y signo vitales

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Un diseñador español ha creado junto a un equipo italiano una mascarilla que se autodesinfecta y que mide la calidad del aire y las frecuencias cardíacas y respiratoria.

Las mascarillas se han convertido en una prenda más de nuestras vidas y parece que todos los expertos coinciden en los beneficios de llevarlas frente a la pandemia del coronavirus .Ante esta necesidad han ido surgiendo diferentes soluciones tecnológicas que hacen de llevar la mascarilla una ventaja.

En este contexto nació : Cliu es la primera mascarilla transparente, segura, tecnológica, sostenible e inclusiva. Todo en uno. Su fabricación viene desde Italia pero su diseño lleva también sello español ya que uno de sus co-creadores es Álvaro González, diseñador aragonés que reside en tierras italianas.

Las ventajas de la mascarilla son varias ya que, explica González, lo que querían era “sobre todo resolver distintas problemáticas del uso de la mascarilla común”. La primera y fundamental es el hecho de la transparencia y la comunicación que ello permite. La segunda ventaja es el respeto al medio ambiente. Y la tercera su tecnología incorporada.

 Su versión Pro está equipada con Bluetooth, micrófono y sensores integrados que, junto con la aplicación dedicada, “ayudan a prevenir la aparición de enfermedades al controlar el estado de tu respiración y calidad del aire”, dice la compañía en una nota de prensa. 

En la app se puede comprobar la batería del dispositivo, el porcentaje de uso de los filtros, la frecuencia cardíaca y la calidad de la respiración.

Pero, además, la aplicación puede proporcionar información en tiempo real sobre la calidad del aire en tu área y en las áreas circundantes, así como la existencia de cualquier brote de COVID-19.Su aspecto tecnológico no termina ahí, ya que la base de carga de Cliu está diseñada con una lámpara UV en la que puedes cargar la mascarilla en menos de una hora y “matar todas las bacterias en un instante”. Es decir: se puede desinfectar sola a diario.

Aunque es totalmente hermética gracias a su cierre magnético, la parte delantera transparente puede abrirse y cerrarse cuando quiera quien la lleva puesta, de manera que puede tomarse un café o picar algo con ella puesta.

Hay dos versiones de mascarilla, una Standard y una Pro -que es la que incorpora tecnología-. El precio oscilará entre los 99 y los 250 euros respectivamente, y se prevé la entrega de las primeras mascarillas de la versión Standard en octubre .

Ventajas de que sea transparente: es inclusiva

Poder ver la boca y las sonrisas de los demás es ya de por sí un aspecto positivo, pero si además tenemos en cuenta que esto es algo fundamental para las personas con dificultades auditivas todavía es más importante.

“El 55% de la comunicación es visiva”, afirma González. “No concebíamos un mundo donde personas con problemas de audición no pudieran leer los labios en cualquier situación cotidiana, donde una simple sonrisa o expresión facial no fuera percibida quedando oculta tras un pedazo de tela… por ello hemos estudiado un sistema de protección transparente con un tratamiento anti vaho”, el cual permite hablar con ella puesta sin preocuparte por empañarla.

Fuente : Revista AMp 20 Minutos Tecnología.

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