Por primera vez en el Autódromo de Concepción del Uruguay, Entre Ríos, se realizó el Desafío ECO YPF – Gran Premio RUS, convocando a 2000 estudiantes de las escuelas técnicas de todo el país a una competencia en la que participaron 111 autos eléctricos diseñados por los mismos alumnos. En una nota para el programa “Directo al Punto” de RUS Media TV, Eduardo Ramírez, creador del Desafío ECO, dijo que “lo que hacen los pibes es admirable”, que “el 95% de las escuelas que participan son públicas y reciben programas de becas” para participar.
El Desafío ECO es una competencia internacional de autos eléctricos de emisión cero, diseñados y construidos por estudiantes de las escuelas secundarias. La actividad lleva realizándose desde hace más de 10 años en diferentes países y, en el caso de Argentina, es fiscalizada por el Automóvil Club Argentino (ACA) bajo reglamentación de la Federación Internacional del Automóvil (FIA).
Desde sus comienzos en el año 2012, el Desafío ECO se realiza en el Autódromo “Oscar y Juan Gálvez” de Buenos Aires, pero este 2024 cambió su escenario para venir a competir en el autódromo entrerriano de “La Histórica” Concepción del Uruguay, haciendo que el federalismo sea cada vez más preponderante. La competencia se realizó del 1 al 3 de noviembre y estuvo compuesta por cinco pruebas que otorgan puntaje: Setup Challenge, 1/8 de Milla, Flying Lap, Sprint Femenino y Endurance.
Los campeones del Desafío ECO YPF – Gran Premio RUS 2024 fueron los estudiantes de la Escuela de Educación Secundaria Técnica N°1 “Antonio Bermejo” de Junín, Buenos Aires, quienes, en el 2017, ya se habían consagrado como ganadores.
Cómo surgió el Desafío ECO
Eduardo Ramírez explicó que la FIA lo contactó para implementar este programa educativo en las escuelas técnicas de Argentina para que los chicos pudieran volcar sus conocimientos en matemática, electromecánica, tecnología, etc., en el armado de un auto eléctrico, aprendiendo, además, a aplicar nuevas tecnologías de impacto cero en el ambiente, con un agregado extra: entender que el automovilismo también puede ser una salida laboral.
Esta modalidad de competencia nació en Francia, “porque la FIA está en Francia”, señaló Ramírez agregando que de ella depende el ACA. La FIA fue la que se contactó con él para presentarle un plan educativo para que los jóvenes empezaran a involucrarse con las nuevas herramientas tecnológicas. “Eduardo, queremos empezar a hacer, en todos los países, que los alumnos de las escuelas técnicas empiecen a trabajar en las tecnologías nuevas, que es lo que van a tener en 10 o 20 años los autos eléctricos”, es lo que le propusieron y casi inmediatamente se contactó con Esteban Bullrich, que en ese momento era ministro de Educación, para mostrarle el plan. A Bullrich le gustó y le preguntó a Ramírez qué necesitaba para traer a todas las escuelas a correr, a lo que éste respondió: “Dejame armar una pista alrededor del Obelisco”. Y así empezó el Desafío Eco en Argentina que fue uno de los primeros países en participar junto con Inglaterra, Francia y Japón.
El Desafío ECO hoy
Hoy son más de 100 escuelas técnicas de todo el país las que participan de esta competencia. “El 95% de las escuelas que participan son públicas y reciben programas de becas que, por ejemplo, tenemos con la Fundación Siemens, la Fundación YPF, donde se les paga el viaje, se les da el dinero para hacer el auto, etc.”, remarcó Ramírez, en tanto añadió que muchas instituciones también reciben ayuda de empresas “pero, en general, nosotros tratamos de empujar para que puedan participar las escuelas públicas, cosa que en el exterior no es tan así”.
El director del Desafío ECO destacó que “lo que hacen los pibes es admirable” y que, además de ser un programa de estudio, en el que los chicos aprenden a manejarse con un reglamento internacional, también “aprenden a que pueden tener una salida laboral en el automovilismo”.
En cuanto al kit de materiales para armar el auto eléctrico, dijo: “Nosotros le proveemos de un motor eléctrico, una caja controladora electrónica y los elementos de seguridad (las ruedas, los cinturones, las baterías) que son todos iguales. Ellos, con esa caja que tienen todos esos elementos, tienen que diseñar y construir un auto que tiene un peso máximo y un mínimo, que entre en una caja espacial, tanto de alto, tanto de ancho, y después está liberado a tu creatividad”.
Para finalizar, Ramírez dijo que una vez armados, los autos tienen que pasar una revisión técnica por parte del Automóvil Club Argentino antes de cada competencia. “Las carreras de autos normales revisan a los primeros cuando terminan. Acá se revisa a todos cuando entran. Entonces, se controla la seguridad, la construcción, la calidad. Hay una revisión técnica del 100% de los autos”.