Quedara como un hito en la historia el momento en que el primer auto cruzo el Túnel Subfluvial allá por 1969, pero en 1929 un auto cruzo el río Paraná, sin ninguna ayuda mas que la de su motor.
Era el 13 de Febrero de 1929 y a las 17.15 hs. entro triunfalmente a Santa Fe el señor Eugenio Bebión. Venia de Paraná en automóvil y había tardado 2 horas en unir la costa de ambas ciudades. ¿En Automóvil? Si, en eso que se ve en la fotografía publicada en el diario El Orden de la vecina ciudad.
Al pasar por las calles de la ciudad la sorpresa de la gente le formo un cortejo de admiración.
Cuando llego a las puertas de dicho diario lo seguían los curiosos mientras el constructor imperturbable y sereno se mantenía en el volante de su extraño aparato.
La apariencia del vehículo hacia suponer que se trataba de un automóvil-cohete. Alguien supuso que el inventor intentaba realizar algún raid interplanetario y buscaron la luna en el cielo de la tarde aburrida. Pero el señor Bebión lo explico todo
– Esto, dijo, dandole una palmada al vehículo, es un auto anfibio. Como uds. han visto circula como cualquier otro auto por las calles de la ciudad y tiene la ventaja de que con un golpe de palanca bajan unos flotadores y se entra en el agua. Se hace un breve cambio con otra palanca y en lugar mover las ruedas se mueve la hélice que se lleva bajo el eje posterior. Y ya estamos navegando. En dos horas he venido de Paraná.
El auto anfibio podía llevar hasta 8 pasajeros y 3000 kg. de carga. Tenia dos flotadores movibles, uno a cada lado del vehiculo, y su inventor había obtenido una patente nacional por 15 años por su invento.
EL PRIMER AUTO ANFIBIO FUE PARANAENSE
De lo que se conoce de la historia de los autos anfibios habia que esperar al amanecer del automóvil a motor de gasolina, en la década dorada de los años 20 para comenzar a verlos combinando la chasis del vehículo con los cascos de barcos y ruedas de gran tamaño. Uno de los primeros fue creado por Peter Prell, de Nueva Jersey, en 1931.
Llegó la Segunda Guerra Mundial y estos vehículos fueron utilizados para fines militares, usados para el transporte de tropas y suministros. En Alemania, Landwasserschlepper, comenzó la producción de sus anfibios en 1936 que se utilizaron regularmente hasta el 45. Por su parte, los ingleses crearon la «tortuga de mar» cuando en Estados Unidos no se podía llevar a cabo la producción de las embarcaciones DUKW-353.
En 1948 el australiano Ben Carlin Carlin modificó un Ford GPA que compró por 901 dólares en una subasta en Washington para adaptarlo al mar sin perder la estabilidad en tierra. Para ello, añadió un arco, un timón y una cabina más larga cargada de dos tanques de combustible extra. Lo bautizó como Half save (seguro a medias), un nombre tal vez demasiado honesto.
En 1961 en Alemania aparecio el Amphicar que se vendió hasta 1967 en los Estados Unidos. A pesar de ser una divertida curiosidad, no fue práctico en tierra ni en el agua, y resultó un fracaso comercial.
En definitiva, y por la historia de la construcción de anfibios, queda en evidencia que el primer auto anfibio, en el mundo, fue construido por Eugenio Bebión y fue paranaense.