Actualidad

El día que Entre Ríos tembló

Actualidad

 

Es enero de 1948, las lluvias arrecian, el calor agobia y la gente se refugia en las casas a la hora de la siesta. Alejandra Ramírez termina de lavar los platos después del almuerzo, y de pronto un temblor. “Siento que se mueve el piso de la cocina, me tomo de una mesa para no caerme, me siento y miro por la ventana hacia el campo y me parece ver que el terreno se ondula y comienza un tintinear de las ollas y sartenes que tengo colgados frente al fregadero”.

El fenómeno dura apenas unos pocos segundos, pero las personas sienten con alarma la sensación del movimiento telúrico, primero por el desconocimiento sobre el fenómeno, y luego por saber que en estos lugares nunca había ocurrido un “temblor de tierra” como dicen los lugareños. Seguramente en la memoria popular se mantiene fresco el recuerdo del trágico terremoto de San Juan, de 1944.

El movimiento sísmico ocurrió el día 21 de enero de 1948, a las 13, 47 y se sintió con intensidad en los departamentos Feliciano, Federación y Concordia. La magnitud estimada fue de 5,5 en la escala de Richter y de una intensidad de grado VI en la escala de Mercalli. Su epicentro estuvo en la zona de la isla Curuzú Chalí, departamento La Paz.

Los diarios La Acción y El Diario de Paraná del 22 de enero reflejan la noticia y pone en la tapa la información de los cables de las agencias que mencionan la presencia del fenómeno en Rosario y Corrientes. En páginas interiores El Diario informa que el movimiento fue percibido con poca intensidad de Paraná, en tanto que en Feliciano el sismo fue intenso y provocó “agrietamientos y caída de revoques en varios edificios”. También causó alarma en Concordia donde “los habitantes salieron a las calles alarmados, trasladándose a las plazas y lugares abiertos…”, y en la vecina Salto. Otros lugares donde se hizo notar fueron La Paz y Federación.

La Acción informa que el fenómeno fue detectado por el Observatorio de Villa Ortúzar y que el mismo se debió a la Gran falla geológica del Río Paraná. Y precisa que no afectó a la provincia de San Juan. Al día siguiente el jefe del departamento de geofísica del Servicio Meteorológico Nacional explica que “se trata de un acontecimiento muy pocas veces observado, pero del cual se tienen antecedentes, así como se explicación natural (…). La cuenca donde corre el río Paraná no es otra cosa que una gran falla terrestre – añade – que ha desempeñado en las épocas geológicas del pasado un papel preponderante en la generación de terremotos”. Y más adelante abunda en hipótesis “(…) en cuanto a las causas probables que han puesto en movimiento las fallas del Paraná no es posible determinarlas con absoluta exactitud (…) Podría suponerse que la actual posición de la luna en su primer cuarto está originando tensión, que se conoce con el nombre de ‘mareas solares’ de la corteza terrestre, que podría deformar el planeta al combinarse con las similares del sol (…).” El geólogo Juan Carlos Bertolini explica que este movimiento se origina en “una falla transcurrente de desplazamiento de rumbo que se ubica entre la isla nombrada y la localidad de puerto Yeruá”.

El diario La Prensa de Buenos Aires (22/1/1948) por su parte consigna que en Villa Elisa, Entre Ríos, se sintió “un intenso movimiento sísmico que hizo trepidar los edificios y objetos que se encontraban en su interior”. Al día siguiente el mismo diario capitalino precisa que el epicentro del sismo se ubica entre Esquina, Corrientes y La Paz y lo ilustra con un mapa.

Pero las noticias no advierten sobre los antecedentes que se registran en la zona desde el siglo XIX. Los diarios de 1848 dan cuenta del primer terremoto documentado de la zona que se produjo el 9 de agosto a las 18 horas y que continuó con réplicas hasta el 11 de septiembre. El epicentro se ubicó en la cuenca de Punta del Este. Dos periódicos, El Defensor de la Independencia Americana y El Comercio del Plata de Montevideo, ofrecieron una amplia información sobre el suceso.

También en 1888 Buenos Aires, Montevideo y casi todo Entre Ríos sufrieron las consecuencias de un movimiento conocido como Terremoto del Río de la Plata, con una magnitud de 5,5 grados que provocó pánico en la población. Una crónica de un diario del Uruguay brinda un panorama del acontecimiento: “El temblor fue sentido asimismo con cierta intensidad en las ciudades uruguayas de Mercedes, Paysandú y Artigas, aproximadamente situadas en el mismo meridiano que el foco del temblor, así como en varias ciudades y pueblos del interior argentino. Una especial mención merece la información brindada por el diario La tacita de la ciudad de Colonia, en su número del 5 de junio de 1888: “… Venía el vapor ‘Saturno’ de la capital vecina para esta ciudad. Navegaba tranquilo por el centro del canal con más de 20 pies de agua, cuando de pronto se detuvo como si tocase el fondo. El capitán hizo echar la sonda, pero se encontró con que el barco, movido por una fuerza oculta, zarpaba por sí mismo de la varadura y seguía su camino”.l día que Entre Ríos tembló.

Fuente: La Solapa – Rubén Bourlot.

 

 

Compartir por